4 cosas que no debes olvidar este verano

  1. No olvides comprar billete a islas cíes. Si es que todos los años lo dices y luego te olvidas. Y cuando quieres darte cuenta, ya no hay plazas libres para los días en los que podrías encajar la visita a las Cíes. Este año lleva todo reservado previamente y que nadie te prive de disfrutar de una aventura que te resultará muy atractiva no solo cuando la imagines, sino también cuando la estés convirtiendo en realidad. Planifica una ruta de senderismo y combina así playa y paseo por la naturaleza para quitar todo el partido a este espacio protegido tan bonito y que tanto tiene que ofrecer.
  2. Cuidar mi piel. Un error típico es querer ponernos morenos rápido para disfrutar de un tono favorecedor y hacerlo a costa de olvidar las normas de cuidado de la piel. Al final, lo vamos a pagar con un envejecimiento prematuro y mayores posibilidades de padecer enfermedades de la piel. Por eso, cuida tu piel desde el primer día de vacaciones. Ya que tienes tiempo, hidrátala, mímala y protégela con un factor de protección alto para que el bronceado sea progresivo. Irás más lento pero el color será más bonito, no te vas a quemar y tu piel estará joven durante mucho más tiempo.
  3. Las vacaciones son para descansar. No importa cuáles sean tus planes para ese día. Si el cuerpo te pide descansar y no hacer nada, eso es justamente lo que tienes que darle. Vivimos a un ritmo en el que parece que detenerse a descansar es perder el tiempo, pero no es así. Las vacaciones son exactamente para eso y no hay que sentirse culpables por querer, simplemente, tirarse en una toalla a leer todo el día o estar viendo la televisión en caso de que llueva y no se pueda salir. 
  4. Disfrutar de cada momento. Muchas veces nos obsesionamos con hacer tantas cosas que, mientras estamos haciendo una, nuestra mente ya está en aquello que tenemos previsto a continuación. Disfrutar lo que hacemos en el momento en que lo hacemos, estar presentes y no con la mente en lo que todavía no ha pasado, nos ayudará a vivir cada experiencia de una forma muy especial. Porque, ¿no es mejor hacer menos y disfrutarlo intensamente que hacer muchas cosas de una forma superficial y sin estar con el corazón en ello?