Mariscos

  • Sentado frente al vaivén de las olas, la brisa marina acaricia el rostro mientras el sol se oculta tras el horizonte, tiñendo de oro y carmesí el espejo del océano. Esa misma brisa trae consigo un susurro que evoca sabores intensos y recuerdos antiguos, y en el plato ante ti reposa un auténtico manjar: un…