Breve guía para visitar la Isla de Ons, Galicia

En la entrada de la ría de Pontevedra, la Isla de Ons es uno de los destinos más valorados del Parque Nacional de las Islas Atlánticas. Sus cuatrocientas hectáreas albergan playas como Melide, As Dornas o Canexol, miradores como Fedorentos y rarezas geológicas como O Buraco do Inferno. Aquí el turismo está severamente regulado desde principios de siglo, y su visita requiere una serie de trámites, como la obtención del billete en una naviera autorizada o el permiso islas ons ante la Xunta de Galicia.

En concreto, el interesado debe cursar una autorización sin coste en la web oficial de la Xunta, antes de reservar su billete en cualquiera de las navieras acreditadas por este órgano de gobierno. Las compañías de transporte marítimo, que parten de Vigo, Bueu, Portonovo o Sanxenxo, pueden denegar la reserva en caso de superarse el límite de visitantes diarios (de mil trescientas personas, en la fecha actual).

Aunque la temporada baja permite ahorrar y prescindir de la autorización, el servicio de transporte en barco disminuye la frecuencia de sus salidas, que se efectúan a diario durante la temporada alta. En este periodo —que va de julio a septiembre—, la isla disfruta de mejores condiciones meteorológicas, la temperatura de las aguas atlánticas es más agradable, y el ambiente social alcanza su cénit.

Sin una planificación adecuada, el alojamiento puede ser un quebradero de cabeza, pues muchos hoteles cuelgan el cartel de lleno antes de lo esperado. Para alojarse cerca de Ons, debe considerarse su camping en primer término, por la variedad de tiendas, servicios y zonas de acampada entre las que elegir. Como alternativa, algunas viviendas y apartamentos de la isla están disponibles para alquiler.

Pese a encontrarse a cuatro millas náuticas de la costa madre, Ons posee una orografía propia que hace deseable el uso de ropa ligera y calzado deportivo o de senderismo. Las gafas y el protector solar también son necesarios, sin olvidar al menos una prenda de abrigo.